miércoles, 14 de marzo de 2012

Lección (63) - Trampas en el camino para llegar a ser un sanador - Liberar es amor


JESHUA (14/3/2012)

Lección (63) - Trampas en el camino para llegar a ser un sanador - Liberar es amor


Superar las trampas descriptas anteriormente siempre se logra con formas de liberación.
Dejar de pensar demasiado, dejar de identificarse demasiado emocionalmente, liberar el uso excesivo del deseo.
Pero si ustedes realmente, en confianza, liberan, ayudar a las personas (o a cualquier otra forma de vida) llegará a ser una gran fuente de alegría para ustedes. Como trabajadores de la luz experimentarán profundas satisfacciones y autorrealización.
Siendo un sanador, comienza a florecer en ustedes algo de la conciencia de unidad, que todos ustedes anhelan desde hace mucho. Su conciencia se hallará entrelazada con la profunda unidad que existe entre todos los seres vivos, entre Todo Lo Que Es. Este enlace consciente con la "fabrica" del Espíritu los hará felices sólo en el verdadero sentido de la palabra. Ustedes trascenderán la dualidad y entraran a un reino diferente de conciencia, uno que está basado en la unidad y en el amor.
Es su sueño más profundo y su satisfacción más profunda hacer de la conciencia de unidad una realidad viva en la tierra, traerla hacia abajo al plano material. Esta es una hermosa inspiración, y por lo tanto, debido a esta meta brillante, yo les pido que sean conscientes en su energía de las tres trampas de las que hoy hemos estado hablando. Estas trampas crean inquietud y negatividad en su percepción de la realidad. Les pedimos que sean conscientes de ellas y que las liberen, porque su Ser no-dual, el Cristo en todos ustedes, no quiere otra cosa más que manifestarse en la tierra, justo aquí justo ahora.

En esta sección, presentamos material canalizado por Jeshua, un guía espiritual quien nos dice que fue el hombre que llevó la energía de Cristo en su encarnación 2000 años atrás como Jeshua Ben Joseph o Jesús. Jeshua se presentó a nosotros por primera vez a mediados de 2002. Yo (Pamela Kribbe) sentí una fuerte presencia cerca mío quien quiso hablar claro de temas tales como el miedo, la verdad, la iluminación y la historia de los trabajadores de la luz (lightworkers). Esta presencia se hizo llamar Jeshua - Ben - Joseph, el cual es el nombre hebreo de Jesucristo. Jeshua insistió desde el comienzo que prefería ser llamado por su nombre, ya que este resalta más su lado humano. "Yo fui un hombre de carne y hueso, Yo soy su hermano y amigo", decía él repetidamente. él rechazó definitivamente la imagen divinizada e irrealista que a menudo se asocia con el nombre de "Jesús". "La imagen de Jesús me ha robado mi humanidad, mi lado emocional y mi parentesco con ustedes".


Fuente: http://www.jeshua.net

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