sábado, 7 de enero de 2012

Lección (83) - El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:


Curso de Milagros 2 (LIBRO DE EJERCICIOS) (07/01/2012)

Lección (83) - El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:




Comienza el día leyendo las ideas, incluyendo los comentarios. De ahí en adelante no es necesarioseguir un orden determinado al repasarlas, aunque se debe practicar con cada una de ellas por lo menosuna vez. Dedica cinco minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentariosque le siguen después que los hayas leído. Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. Siuna de las cinco ideas te atrae más que las otras, concéntrate en ella. Sin embargo, asegúrate derepasarlas todas una vez más al final del día.
Entendemos, por supuesto, que tal vez te resulte imposible hacer cada día y cada hora del día lo queaquí se sugiere como óptimo. Tu aprendizaje no se verá afectado si se te pasa una sesión de prácticaporque te resultó imposible llevarla a cabo en el momento señalado. No es necesario tampoco que te esfuerces excesivamente por recuperar el número de sesiones perdidas. Nuestro objetivo no es hacer unrito de las sesiones de práctica, pues ello impediría el logro de nuestra meta.
Pero el aprendizaje definitivamente se vería afectado si dejases de llevar a cabo una sesión de prácticapor no haber estado dispuesto a dedicarle el tiempo requerido. No te engañes a ti mismo con respecto aesto. Esa falta de buena voluntad puede estar muy cuidadosamente disimulada tras la falsa apariencia desituaciones que parecen estar fuera de tu control. Aprende a distinguir aquellas situaciones que no sonpropicias para tu práctica de aquellas que urdes para enmascarar tu falta de buena voluntad.

  • Mi única función es la que Dios me dio. No tengo otra función salvo la que Dios me dio. Este reconocimiento me libera de todo conflicto porquesignifica que no puedo tener metas conflictivas. Al tener un solo propósito, siempre estoy seguro de loque debo hacer, de lo que debo decir y de lo que debo pensar. Toda duda no puede sino desaparecercuando reconozco que mi única función es la que Dios me dio.

  • Las aplicaciones más concretas de esta idea podrían hacerse con las siguientes variaciones:



    Mi percepción de esto no altera mi función. Esto no me confiere una función distinta de la que Dios me dio. No me valdré de esto para justificar una función que Dios no me dio.

  • Mi función y mi felicidad son una. Todas las cosas que proceden de Dios son una Proceden de la Unicidad * y tienen que ser recibidas cualuna sola. Desempeñar mi función es mi felicidad porque ambas cosas proceden de la misma Fuente. Ydebo aprender a reconocer lo que me hace feliz, si es que he de encontrar la felicidad.

  • Algunas variaciones útiles para aplicar concretamente esta idea podrían ser:



    Esto no puede separar mi felicidad de mi función. La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada en modo alguno por esto. Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función.



Fuente: UN CURSO DE MILAGROS 1 (LIBRO DE EJERCICIOS) - Fundación para la Paz Interior

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red utilizando el software (O.C.R.) "OmniPage Pro Versión 11" (POR LO QUE PUEDE HABER PALABRAS QUE NO EXISTAN, O NO CONCUERDEN CON EL CONTENIDO, COMO TAMBIÉN PUEDE HABER ERRORES DE ORTOGRAFÍA) y un scanner "Acer S2W".

Digitalización, Revisión y Edición Electrónica de Hernán (Persona no relacionada con los autores de "tzolkindiario.blogspot.com").

Rosario - Argentina

19 de Enero 2002

Lección (84) - Cómo invertir en la realidad


Curso de Milagros 1 (TEXTO) (07/01/2012)

Lección (84) - Cómo invertir en la realidad


  • Te pedí una vez que vendieses todo cuanto tuvieses, que se lo dieses a los pobres y que me siguieras. Esto es lo que quise decir: si no inviertes tu atención en ninguna de las cosas de este mundo, puedes enseñarle a los pobres dónde está su tesoro. Los pobres son sencillamente los que han invertido mal, ¡y vaya que son pobres¡ Puesto que están necesitados, se te ha encomendado que los ayudes, pues te cuentas entre ellos. Observa lo bien que aprenderías tu lección si te negases a compartir su pobreza, pues la pobreza no es otra cosa que insuficiencia, y sólo hay una insu­ficiencia, ya que sólo hay una necesidad.
  • Suponte que un hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. Su misma insistencia debería indicarte que él cree que su salvación depende de que tú hagas lo que te pide. Si insistes en que no puedes satisfacer su deseo y experimentas de inmediato una reacción de oposición, es que crees que tu salva­ción depende de no hacerlo. Estás, por lo tanto, cometiendo el mismo error que él, y haciendo que su error sea real para ambos. Insistir significa invertir, y aquello en lo que inviertes está siem­pre relacionado con tu idea de lo que es la salvación. La pregunta se compone de dos partes: primera, ¿qué es lo que hay que salvar? y segunda, ¿cómo se puede salvar?
  • Cada vez que te enfadas con un hermano, por la razón que sea, crees que tienes que proteger al ego, y que tienes que protegerlo atacando. Si es tu hermano el que ataca, estás de acuerdo con esta creencia; si eres tú el que ataca, no haces sino reforzarla. Recuerda que los que atacan son pobres. Su pobreza pide regalos, no mayor empobrecimiento. Tú que podrías ayudarles estás ciertamente actuando en forma destructiva si aceptas su pobreza como propia. Si no hubieses invertido de la manera en que ellos lo hicieron, jamás se te hubiese ocurrido pasar por alto su necesidad.
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