jueves, 15 de marzo de 2012

Lección (64) - Trampas en el camino para llegar a ser un sanador - Cómo hace uno para tratar con la impaciencia?


JESHUA (15/3/2012)

Lección (64) - Trampas en el camino para llegar a ser un sanador - Cómo hace uno para tratar con la impaciencia?


En la impaciencia siempre hay un elemento de cólera. Cólera por esta realidad, porque es como es.
En cuanto reconoces la energía de la impaciencia como una forma de cólera, estás ahí a medio camino. Porque tú con frecuencia piensas que la impaciencia es muy virtuosa. Que tú solamente quieres que las cosas estén mejor, y que por consiguiente sea respetable "empujar" la realidad.
Pero esencialmente, tu impaciencia es una forma de cólera y en la cólera en realidad siempre hay incomprensión. No ser capaz de aceptar las cosas como son siempre puede hallarse que sea una consecuencia de no comprender por qué las cosas son como son.

El primer paso para tratar con la impaciencia es realmente reconocer el núcleo de cólera, sentirlo.
Entonces puedes preguntarte: por qué estoy enfadado?
Frecuentemente, en esta cólera hay un miedo implícito de "que nunca más estará bien". En tu impaciencia tú dices: "es ahora o nunca". En el deseo de conseguirlo más rápidamente, siempre hay escondido un temor a que no suceda en otras circunstancias.
Este miedo se hará patente cuando tú te liberes de la cólera.
Existe una pieza de vacío, de soledad en ti con la cual te estás confrontando cuando te liberas de la cólera. Hay una especie de "agujero negro". A eso es a lo que le tienes miedo.
"Estoy enfadado con algo fuera de mí porque tengo miedo a algo dentro de mí".
Este es el por qué de la cólera.

Cuando tú te liberas de la cólera, tienes que vivir con restricciones, con la imperfección de las cosas. La imperfección de como es esto. Aquí puedes encontrarte con tu propia soledad, o una sensación de vacío y falta de sentido.
Esto puede parecer muy amenazador, pero si tú realmente lo aceptas, sin luchar más, puede aparecer en juego una energía completamente diferente. Es la energía del amor.
El amor es: vivir con la imperfección. Amar al otro con todas sus fallas, amar la realidad que te rodea con toda su imperfección.

Todos ustedes encuentran la invitación del amor en su camino.
El amor a menudo es tan diferente de lo que ustedes piensan que es.
El amor también significa: ser capaz de dejar a los otros a su suerte, porque ustedes saben que el proceso interior de crecimiento conoce su propia dinámica, su propio ritmo.
Esto es lo que realmente significa respetar a alguien. Dejar que él o ella vayan "con amor".

Desde la perspectiva del amor, pueden incluso observar belleza en la dificultad por la que algún otro está pasando. Esta belleza puede ser percibida cuando ustedes realmente comprenden y respetan que todos estos pasos tienen que ser tomados, y que el alma los ha asumido para realmente vivir a través de esas dificultades, partes difíciles. A veces una y otra y otra vez.
Pueden observar a un ser querido cercano o lejano, revolcándose en la infelicidad, y pueden ser un espectador pasivo y mantener la fe en esa alma? Eso es amor. Pueden ustedes quedarse sintiendo la naturaleza divina en el ser de esa persona, aun cuando él mata, roba, y estafa? Eso es amor.

La irritación e infelicidad que ustedes regularmente sienten con las cosas que no están resueltas, no es amor. Es una reacción comprensible, pero eso no es amor.

Cómo hacer para tratar con la impaciencia? Permítanse sentir su tristeza causada por lo que no está completo. En cuanto a la solución que no está a la vista, debido a la imperfección. Permítanse sentirse triste por eso.

En esta sección, presentamos material canalizado por Jeshua, un guía espiritual quien nos dice que fue el hombre que llevó la energía de Cristo en su encarnación 2000 años atrás como Jeshua Ben Joseph o Jesús. Jeshua se presentó a nosotros por primera vez a mediados de 2002. Yo (Pamela Kribbe) sentí una fuerte presencia cerca mío quien quiso hablar claro de temas tales como el miedo, la verdad, la iluminación y la historia de los trabajadores de la luz (lightworkers). Esta presencia se hizo llamar Jeshua - Ben - Joseph, el cual es el nombre hebreo de Jesucristo. Jeshua insistió desde el comienzo que prefería ser llamado por su nombre, ya que este resalta más su lado humano. "Yo fui un hombre de carne y hueso, Yo soy su hermano y amigo", decía él repetidamente. él rechazó definitivamente la imagen divinizada e irrealista que a menudo se asocia con el nombre de "Jesús". "La imagen de Jesús me ha robado mi humanidad, mi lado emocional y mi parentesco con ustedes".


Fuente: http://www.jeshua.net

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