Curso de Milagros 2 (LIBRO DE EJERCICIOS) (12/03/2012)
Lección (140) - La salvación es lo único que cura.
- La palabra "cura" no puede aplicársele a ningún remedio que el mundo considere beneficioso. Lo queel mundo percibe como un remedio terapéutico es sólo aquello que hace que el cuerpo se sienta "mejor". Mas cuando trata de curar a la mente, no la considera como algo separado del cuerpo, en el que cree queella existe. Sus medios de curación, por lo tanto, no pueden sino sustituir una ilusión por otra. Unacreencia en la enfermedad adopta otra forma, y de esta manera el paciente se percibe ahora sano.
- Mas no se ha curado. Simplemente soñó que estaba enfermo y en el sueño encontró una fórmulamágica para restablecerse. Sin embargo, no ha despertado del sueño, de modo que su mente continúa enel mismo estado que antes. No ha visto la luz que lo podría despertar y poner fin a su sueño. ¿Quéimportancia tiene en realidad el contenido de un sueño? Pues o bien uno está dormido o bien despierto. En esto no hay términos medios.
- Los dulces sueños que el Espíritu Santo ofrece son diferentes de los del mundo, donde lo único queuno puede hacer es soñar que está despierto. Los sueños que el perdón le permite percibir a la mente noinducen a otra forma de sueño, a fin de que el soñador pueda soñar otro sueño. Sus sueños felices sonlos heraldos de que la verdad ha alboreado en su mente. Te conducen del sueño a un dulce despertar, demodo que todos los sueños desaparecen. Y así, sanan para toda la eternidad.
- La Expiación cura absolutamente, y cura toda clase de enfermedad. Pues la mente que entiende que laenfermedad no es más que un sueño no se deja engañar por ninguna de las formas que el sueño puedaadoptar. Donde no hay culpabilidad no puede haber enfermedad, pues ésta no es sino otra forma deculpabilidad. La Expiación no cura al enfermo, pues eso no es curación. Pero sí elimina la culpabilidadque hacía posible la enfermedad. Y eso es ciertamente curación. Pues ahora la enfermedad hadesaparecido y no queda nada a lo que pueda regresar....
- ¡Que la paz sea contigo que has sido curado en Dios y no en sueños vanos! Pues la curación tiene queproceder de la santidad, y la santidad no puede encontrarse allí donde se concede valor al pecado. Diosmora en templos santos. Allí donde ha entrado el pecado se le obstruye el paso. No obstante, no hayningún lugar en el que él no esté. Por lo tanto, el pecado no tiene un hogar donde poder ocultarse, de Su beneficencia. No hay lugar del que la santidad esté ausente, ni ninguno donde el pecado y la enfermedadpuedan morar.
- éste es el pensamiento que cura. No hace distinciones entre una irrealidad y otra. Tampoco trata decurar lo que no está enfermo, al ser consciente únicamente de dónde hay necesidad de curación. Esto noes magia. Es simplemente un llamamiento a la verdad, la cual no puede dejar de curar, y curar parasiempre. No es un pensamiento que juzgue una ilusión por su tamaño, su aparente seriedad o por nadaque esté relacionado con la forma en que se manifiesta. Sencillamente se concentra en lo que es, y sabeque ninguna ilusión puede ser real.
- No tratemos hoy de curar lo que no puede enfermar. La curación se tiene que buscar allí donde seencuentra, y entonces aplicarse a lo que está enfermo para que se pueda curar. Ninguno de los remediosque el mundo suministra puede producir cambio alguno en nada. La mente que lleva sus ilusiones ante laverdad cambia realmente. No hay otro cambio que éste. Pues, ¿cómo puede una ilusión diferir de otrasino en atributos que no tienen sustancia, realidad, núcleo, ni nada que sea verdaderamente diferente?
- Lo que hoy nos proponemos es tratar de cambiar de mentali dad con respecto a lo que constituye lafuente de la enfermedad, pues lo que buscamos es una cura para todas las ilusiones, y no meramentealternar entre una y otra. Hoy vamos a tratar de encontrar la fuente de la curación, la cual se encuentraen nuestras mentes porque nuestro Padre la ubicó ahí para nosotros. Está tan cerca de nosotros comonosotros mismos. Está tan cerca de nosotros como nuestros propios pensamientos, tan próxima que esimposible que se pueda extraviar. Sólo necesitamos buscarla y la hallaremos.
- Hoy no nos dejaremos engañar por lo que a nosotros nos parece que está enfermo. Hoy iremos másallá de las apariencias hasta llegar a la fuente de la curación, de la que nada está exento. Tendremoséxito en la medida en que nos demos cuenta de que jamás se puede hacer una distinción válida entre loque es falso y lo que es igualmente falso. En esto no hay grados ni ninguna creencia de que lo que noexiste puede ser más cierto en algunas de sus formas que en otras. Todas las ilusiones son falsas, y sepueden sanar precisamente porque no son verdad.
- Así pues, dejamos a un lado nuestros amuletos, nuestros talis manes y medicamentos, así comonuestras encantaciones y trucos mágicos de la clase que sean. Sencillamente permaneceremos enperfecta quietud a la escucha de la Voz de la curación, la cual curará todos los males como si de uno solose tratase y restaurará la cordura del Hijo de Dios. ésta es la única Voz que puede curar. Hoyescucharemos una sola Voz, la cual nos habla de la verdad en la que toda ilusión acaba, y la paz retorna ala eterna y serena morada de Dios.
- Nos despertamos oyéndolo a él, y le permitimos que nos hable durante cinco minutos al comenzar eldía, el cual concluiremos escuchando de nuevo durante cinco minutos antes de irnos a dormir. Nuestraúnica preparación consistirá en dejar a un lado los pensamientos que constituyen una interferencia, no porseparado, sino todos de una vez. Pues todos son lo mismo. No hace falta hacer distinciones entre ellos ydemorar así el momento en que podamos oír a nuestro Padre hablarnos. Lo oímos ahora. Hoy venimos aél.
- Sin nada en nuestras manos a lo que aferrarnos, y con el corazón exaltado y la mente atenta, oremos:
La salvación es lo único que cura. Háblanos, Padre, para que nos podamos curar. Y sentiremos la salvación cubrirnos con amorosa protección y con paz tan profunda que ninguna ilusiónpodría perturbar nuestras mentes, ni ofrecernos pruebas de que es real. Esto es lo que aprenderemoshoy. Repetiremos cada hora nuestra plegaria de curación, y cuando el reloj marque la hora, dedicaremosun minuto a oír la respuesta a nuestra plegaria, que se nos da según aguardamos felizmente en silencio. Hoy es el día en que nos llega la curación. Hoy es el día en que a la separación le llega su fin y en el querecordamos Quién somos en verdad.
Fuente: UN CURSO DE MILAGROS 1 (LIBRO DE EJERCICIOS) - Fundación para la Paz Interior
Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red utilizando el software (O.C.R.) "OmniPage Pro Versión 11" (POR LO QUE PUEDE HABER PALABRAS QUE NO EXISTAN, O NO CONCUERDEN CON EL CONTENIDO, COMO TAMBIÉN PUEDE HABER ERRORES DE ORTOGRAFÍA) y un scanner "Acer S2W".
Digitalización, Revisión y Edición Electrónica de Hernán (Persona no relacionada con los autores de "tzolkindiario.blogspot.com").
Rosario - Argentina
19 de Enero 2002
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