domingo, 25 de marzo de 2012

Lección (153) - En mi indefensión radica mi seguridad.


Curso de Milagros 2 (LIBRO DE EJERCICIOS) (25/03/2012)

Lección (153) - En mi indefensión radica mi seguridad.


  • Tú que te sientes amenazado por este mundo cambiante, por sus cambios de fortuna y amargasironías, por sus fugaces relaciones y por todos los "regalos" que únicamente te presta para más tardearrebatártelos, presta mucha atención a lo que aquí decimos. El mundo no ofrece ninguna seguridad. Está arraigado en el ataque. aY todos los "regalos" que aparentemente ofrecen seguridad no son más queengaños. El mundo no hace sino atacar una y otra vez. Es imposible gozar de paz mental allí donde elpeligro acecha de ese modo.

  • El mundo no puede sino ponerte a la defensiva. Pues la amenaza produce ira, y la ira hace que elataque parezca razonable, que ha sido honestamente provocado y que está justificado por haber sido endefensa propia. Una actitud defensiva, no obstante, supone una doble amenaza. Pues da testimonio dela debilidad, y establece un sistema de defensas que simplemente no es viable. Ahora los débiles sedebilitan aún más, pues hay traición afuera y una traición todavía mayor adentro. La mente se halla ahoraconfusa, y no sabe adónde dirigirse para poder escapar de sus propias imaginaciones.

  • Es como si estuviera encerrada dentro de un círculo, dentro del cual otro círculo la atenaza, y dentrode ése, otro más, hasta que finalmente pierde toda esperanza de poder escapar. Los ciclos de ataque ydefensa, y de defensa y ataque, convierten las horas y los días en los círculos que atenazan a la mentecomo gruesos anillos de acero reforzado, los cuales retornan, mas sólo para iniciar todo el proceso denuevo. No parece haber respiro ni final para este aprisionamiento que atenaza cada vez más a la mente.

  • El precio de las defensas es el más alto de los que exige el ego. La locura que reina en ellas es tanaguda que la esperanza de recobrar la cordura parece ser sólo un sueño fútil y encontrarse más allá de loque es posible. La sensación de amenaza que el mundo fomenta es mucho más profunda, y sobrepasaen tal manera cualquier intensidad o frenesí que jamás te hayas podido imaginar, que no tienes idea detoda la devastación que ello ha ocasionado....

  • Tú eres su esclavo. No sabes lo que haces del miedo que le tienes. Tú que sientes su mano de hierroatenazándote el corazón, no entiendes lo mucho que has tenido que sacrificar. No te das cuenta de cómohas saboteado la santa paz de Dios con tu actitud defensiva. Pues ves al Hijo de Dios como víctima delataque de las fantasías y de los sueños e ilusiones que él mismo forjó, indefenso ante su presencia ynecesitado de defensas en forma de más fantasías y más sueños en los que las ilusiones de que está asalvo lo consuelen.

  • La indefensión es fortaleza. Da testimonio de que has reconocido al Cristo en ti. Tal vez recuerdesque el texto afirma que siempre eliges entre la fortaleza de Cristo y tu propia debilidad, la cual se ve comoalgo aparte de él. La indefensión jamás puede ser atacada porque reconoce una fuerza tan inmensa, queante ella el ataque es absurdo, o un juego tonto que un niño cansado jugaría cuando tiene tanto sueño queya ni se acuerda de lo que quiere.

  • Cualquier actitud defensiva implica debilidad. Proclama que has negado al Cristo y que ahora temes laira de Su Padre. ¿Qué puede salvarte ahora del delirio de un dios iracundo, cuya ate rrante imagen creesver tras todos los males del mundo? ¿Qué otra cosa sino las ilusiones podrían defenderte ahora, cuandoson las ilusiones contra lo que estás luchando?

  • Hoy no vamos a jugar tales juegos infantiles. Pues nuestro verdadero propósito es salvar al mundo, yno estamos dispuestos a intercambiar el gozo infinito que nos brinda llevar a cabo nues tra función porinsensateces. No vamos a dejar que la felicidad se nos escape debido a que un fragmento de un sueñoabsurdo haya cruzado nuestras mentes y hayamos confundido las figuras que en él aparecen con el Hijode Dios y al fugaz instante que dicho sueño duró con la eternidad.

  • Hoy miraremos más allá de los sueños, y reconoceremos que no necesitamos defensas porque fuimoscreados inexpugnables, sin ningún pensamiento, deseo o sueño en el que el ataque pudiera tener sentidoalguno. Ahora nos es imposible temer, pues hemos dejado atrás todos los pensamientos temerosos. Y enla indefensión nos erguimos protegidos, con la tranquila certeza de que ahora estamos a salvo, seguros dela salvación; seguros de que llevaremos a cabo el propósito que hemos elegido, a medida que nuestroministerio vaya impartiendo su santa bendición por todo el mundo.

  • Permanece muy quedo por un instante y piensa en silencio cuán santo es tu propósito, cuán segurodescansas y cuán invulnerable eres en su luz. Los ministros de Dios han elegido dejar que la verdad morecon ellos. ¿Quién es más santo que ellos? ¿Quién podría estar más seguro de que su felicidad estáplenamente garantizada? ¿Y quién podría estar más fuertemente protegido? ¿Qué defensa podríannecesitar los que se cuentan entre los elegidos de Dios, al haber sido ésa Su elección, así como la deellos?


    La función de los ministros de Dios es ayudar a sus hermanos a elegir lo mismo que ellos eligieron. Dios los ha elegido a todos, pero muy pocos se han dado cuenta de que Su Voluntad es la de ellos. Ymientras no enseñes lo que has aprendido, la salvación seguirá esperando y las tinieblas mantendrán almundo inexorablemente aprisionado. Y no reconocerás que la luz ha venido a ti y que ya te hasescapado. Pues no verás la luz hasta que se la ofrezcas a todos tus hermanos. Y al ellos tomarla de tusmanos, reconocerás que es tu luz.

  • Podría decirse que la salvación es un juego que juegan niños felices. Fue diseñada por Uno que amaa Sus Hijos y que desea sustituir sus temibles juguetes por juegos felices que les enseñan que el juego delmiedo ya se acabó. El juego que Dios les ofrece les enseña lo que es la felicidad porque en él nadiepierde. Todo aquel que participa no puede sino ganar, y con su victoria queda asegurada la victoria detodos los demás. Los niños abandonan gustosamente el juego del miedo cuando reconocen los benefi ciosque brinda la salvación.

  • Tú que has jugado a haber perdido toda esperanza, a haber sido abandonado por tu Padre y a habertequedado solo y aterrorizado en un mundo temible, enloquecido por el pecado y la culpabili dad, sé felizahora. Ese juego ha acabado. Ahora ha llegado un tiempo sereno en el que guardamos los juegos de laculpabilidad, y ponemos bajo llave para siempre nuestros extraños e infantiles pensamientos de pecado,apartándolos de las puras y santas mentes de las criaturas del Cielo y del Hijo de Dios.

  • Nos detenemos sólo por un instante más para jugar nuestro último juego feliz en esta tierra. Y luegopasamos a ocupar el lugar que nos corresponde allí donde mora la verdad y donde los juegos no tienensentido. Y así acaba la historia. Permite que este día haga que su último capítulo se acerque más almundo, para que cada cual comprenda que el cuento que lee en el que se habla de un destino aterrador,de esperanzas truncadas, de irrisorias defensas contra una venganza de la que no hay escapatoria, no essino su propia fantasía delirante. Los ministros de Dios han venido a despertarlo de los sueñostenebrosos que esa historia ha evocado en la confusa y desconcertada memoria que él tiene de esecuento distorsionado. El Hijo de Dios puede por fin sonreír al darse cuenta de que no es verdad.

  • Hoy practicamos siguiendo un formato que vamos a utilizar por algún tiempo. Comenzaremos cadadía concentrando nuestra atención en el pensamiento diario el mayor tiempo posible. Cinco minutos es lomínimo que dedicaremos a prepararnos para un día en el que la salvación es nuestro único objetivo. Diezsería mejor; quince, todavía mejor. Y a medida que las distracciones que nos desvían de nuestropropósito vayan disminuyendo, nos daremos cuenta de que media hora aún es muy poco tiempo parapasar con Dios. Y no estaremos dispuestos a concederle por la noche, felizmente y llenos de gratitud,menos tiempo de eso.

  • A medida que recordemos ser fieles a la Voluntad que compar timos con Dios, nuestra creciente pazaumentará con el transcurrir de cada hora. Habrá ocasiones en las que tal vez un minuto o incluso menosserá lo máximo que podamos dedicarle cuando el reloj marque las horas. A veces se nos olvidará porcompleto. Y en otras ocasiones asuntos mundanos acapararán nuestra aten ción y nos resultará imposibledistanciarnos de ellos por un momento para centrar nuestros pensamientos en Dios.

  • Sin embargo, cuando podamos hacerlo, seremos fieles a nuestro cometido como ministros de Dios,recordando nuestra misión y Su Amor cada hora. Y nos sentaremos en silencio a esperarlo y a escucharSu Voz que nos dirá lo que él desea que hagamos durante la hora siguiente, mientras le damos lasgracias por todos los regalos que nos concedió en la que acaba de transcurrir.

  • Con el tiempo y la práctica nunca más dejarás de pensar en él o de oír Su amorosa Voz guiando tuspasos por serenos rumbos por los que caminarás en un estado de absoluta indefensión. Pues sabrás queel Cielo va contigo. No permitirás que tu mente se aparte de él un solo instante, aun cuando tu tiempotranscurra ofreciéndole la salvación al mundo. ¿Dudas acaso de que él no vaya a hacer que esto seaposible para ti que has elegido llevar a cabo Su plan para la salvación del mundo, así como para la tuya?

  • Nuestro tema de hoy es nuestra indefensión. Nos revestimos de ella mientras nos preparamos paraafrontar el día. Nos alzamos fuertes en Cristo, y dejamos que nuestra debilidad desaparezca, al recordarque Su fortaleza mora en nosotros. A lo largo del día nos recordaremos a nosotros mismos que élpermanece a nuestro lado y que nuestra debilidad nunca carece del apoyo de Su fortaleza. InvocaremosSu fortaleza cada vez que sintamos que la amenaza de nuestras defensas socava nuestra certeza depropósito. Nos detendremos por un momento, al oírle decir:



    "Aquí estoy".

  • Tu práctica empezará a adquirir ahora la vehemencia del amor, para ayudarte a evitar que tu mente sedesvíe de su propósito. No tengas miedo ni timidez. No hay duda de que alcanzarás tu objetivo final. Losministros de Dios jamás pueden fracasar, pues el amor, la fortaleza y la paz que irradia desde ellos a todossus hermanos proceden de él. ésos son los dones que él te ha dado. Estar libre de toda defensa es todolo que necesitas darle a cambio. Dejas a un lado únicamente lo que nunca fue real, a fin de contemplar aCristo y ver Su impecabilidad.



Fuente: UN CURSO DE MILAGROS 1 (LIBRO DE EJERCICIOS) - Fundación para la Paz Interior

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red utilizando el software (O.C.R.) "OmniPage Pro Versión 11" (POR LO QUE PUEDE HABER PALABRAS QUE NO EXISTAN, O NO CONCUERDEN CON EL CONTENIDO, COMO TAMBIÉN PUEDE HABER ERRORES DE ORTOGRAFÍA) y un scanner "Acer S2W".

Digitalización, Revisión y Edición Electrónica de Hernán (Persona no relacionada con los autores de "tzolkindiario.blogspot.com").

Rosario - Argentina

19 de Enero 2002

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