viernes, 23 de marzo de 2012

Lección (151) - Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios.


Curso de Milagros 2 (LIBRO DE EJERCICIOS) (23/03/2012)

Lección (151) - Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios.


  • Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales. Eso no es juzgar. Es simplemente una opiniónbasada en la ignorancia y en la duda. Su aparente certeza no es sino una capa con la que pre tendeocultar la incertidumbre. Necesita una defensa irracional porque es irracional. Y la defensa que presentaparece ser muy sólida y convincente, y estar libre de toda duda debido a todas las dudas subyacentes.

  • No pareces poner en tela de juicio el mundo que ves. No cuestionas realmente lo que te muestran losojos del cuerpo. Tampoco te preguntas por qué crees en ello, a pesar de que hace mucho tiempo que tediste cuenta de que los sentidos engañan. El que creas lo que te muestran hasta el último detalle estodavía más extraño si te detienes a pensar con cuánta frecuencia su testimonio ha sido erróneo. ¿Porqué confías en ellos tan ciegamente? ¿No será por la duda subyacente que deseas ocultar tras un alardede certeza?

  • ¿Cómo ibas a poder juzgar? Tus juicios se basan en el testimonio que te ofrecen los sentidos. Noobstante, jamás hubo testimonio más falso que ése. Mas ¿de qué otra manera excepto ésa, juzgas almundo que ves? Tienes una fe ciega en lo que tus ojos y tus oídos te informan. Crees que lo que tusdedos tocan es real y que lo que encierran en su puño es la verdad. Esto es lo que entiendes, y lo queconsideras más real que aquello de lo que da testimonio la eterna Voz que habla por Dios Mismo.

  • ¿A eso es a lo que llamas juzgar? Se te ha exhortado en muchas ocasiones a que te abstengas dejuzgar, mas no porque sea un derecho que se te quiera negar. No puedes juzgar. Lo único que puedes hacer es creer en los juicios del ego, los cuales son todos falsos. El ego dirige tus sentidos celosamente,para probarte cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del justo castigo, cuánennegrecido por el pecado y cuán miserable por razón de tu culpabilidad....

  • El ego te dice que esa cosa de la que él te habla, y que defende ría a toda costa, es lo que tú eres. Y túte lo crees sin ninguna sombra de duda. Mas debajo de todo ello yace oculta la duda de que él mismo nocree en lo que con tanta convicción te presenta como la realidad. Es únicamente a sí mismo a quiencondena. Es en sí mismo donde ve culpabilidad. Es su propia desesperación lo que ve en ti.

  • No prestes oídos a su voz. Los testigos que te envía para probarte que su propia maldad es la tuya, yque hablan con certeza de lo que no saben, son falsos. Confías en ellos ciegamente porque no quierescompartir las dudas que su amo y señor no puede eliminar por completo. Crees que dudar de sus vasalloses dudar de ti mismo.

  • Sin embargo, tienes que aprender a dudar de que las pruebas que ellos te presentan puedan despejarel camino que te lleva a reconocerte a ti mismo, y dejar que la Voz que habla por Dios sea el único juez delo que es digno que tú creas. él no te dirá que debes juzgar a tu hermano basándote en lo que tus ojosven en él, ni en lo que la boca de su cuerpo le dice a tus oídos o en lo que el tacto de tus dedos te informaacerca de él. él ignora todos esos testigos, los cuales no hacen sino dar falso testimonio del Hijo de Dios. él reconoce sólo lo que Dios ama, y en la santa luz de lo que él ve todos los sueños del ego con respectoa lo que tú eres se desvanecen ante el esplendor que él contempla.

  • Deja que él sea el Juez de lo que eres, pues en Su certeza la duda no tiene cabida, ya que descansaen una Certeza tan grande que ante Su faz dudar no tiene sentido. Cristo no puede dudar de Sí Mismo. La Voz que habla por Dios puede tan sólo honrarle y deleitarse en Su perfecta y eterna impecabilidad. Aquel a quien él ha juzgado no puede sino reírse de la culpabilidad, al no estar dispuesto ya a seguirjugando con los juguetes del pecado, ni a hacerle caso a los testigos del cuerpo al encontrarse extáticoante la santa faz de Cristo.

  • Así es como él te juzga. Acepta Su Palabra con respecto a lo que eres, pues él da testimonio de labelleza de tu creación y de la Mente Cuyo Pensamiento creó tu realidad. ¿Qué importancia puede tenerel cuerpo para Aquel que conoce la gloria del Padre y la del Hijo? ¿Podrían acaso los murmullos del egollegar hasta él? ¿Qué podría convencerle de que tus pecados son reales? Deja asimismo que él sea elJuez de todo lo que parece acontecerte en este mundo. Sus lecciones te permitirán cerrar la brecha entrelas ilusiones y la verdad.

  • él eliminará todo vestigio de fe que hayas depositado en el dolor, los desastres, el sufrimiento y lapérdida. él te concede una visión que puede ver más allá de estas sombrías apariencias y contemplar ladulce faz de Cristo en todas ellas. Ya no volverás a dudar de que lo único que te puede acontecer a ti aquien Dios ama, son cosas buenas, pues él juzgará todos los acontecimientos y te enseñará la únicalección que todos ellos encierran.

  • él seleccionará los elementos en ellos que representan la ver dad, e ignorará aquellos aspectos quesólo reflejan sueños fútiles. Y re-interpretará desde el único marco de referencia que tiene, el cual esabsolutamente íntegro y seguro, todo lo que veas, todos los acontecimientos, circunstancias y sucesosque de una manera u otra parezcan afectarte. Y verás el amor que se encuentra más allá del odio, lainmutabilidad en medio del cambio, lo puro en el pecado y, sobre el mundo, únicamente la bendición delCielo.

  • Tal es tu resurrección, pues tu vida no forma parte de nada de lo que ves. Tu vida tiene lugar más alládel cuerpo y del mundo, más allá de todos los testigos de lo profano, dentro de lo Santo, y es tan santacomo Ello Mismo. En todo el mundo y en todas las cosas Su Voz no te hablará más que de tu Creador yde tu Ser, el Cual es uno con él. Así es como verás la santa faz de Cristo en todo, y como oirás en ello eleco de la Voz de Dios.

  • Hoy practicaremos sin palabras, excepto al principio del período que pasamos con Dios. Introduciremos estos momentos con una repetición lenta del pensamiento con el que comienza el día. Después observaremos nuestros pensamientos, apelando silen ciosamente a Aquel que ve los elementosque son verdad en ellos. Deja que él evalúe todos los pensamientos que te vengan a la mente, queelimine de ellos los elementos de sueño y que te los devuelva en forma de ideas puras que no contradicenla Voluntad de Dios.

  • Ofrécele tus pensamientos, y él te los devolverá en forma de milagros que proclaman jubilosamente laplenitud y la felicidad que como prueba de Su Amor eterno Dios dispone para Su Hijo. Y a medida quecada pensamiento sea así transformado, asumirá el poder curativo de la Mente que vio la verdad en él yno se dejó engañar por lo que había sido añadido falsamente. Todo vestigio de fantasía ha desaparecido. Y lo que queda se unifica en un Pensamiento perfecto que ofrece su perfección por doquier.

  • Pasa así quince minutos al despertar, y dedica gustosamente quince más antes de irte a dormir. Tuministerio dará comienzo cuando todos tus pensamientos hayan sido purificados. Así es como se teenseña a enseñarle al Hijo de Dios la santa lección de su santidad. Nadie puede dejar de escucharcuando tú oyes la Voz que habla por Dios rendirle honor al Hijo de Dios. Y todos compartirán contigo lospensamientos que él ha re-interpretado en tu mente.

  • Tal es tu Pascua. Y de esa manera depositas sobre el mundo la ofrenda de azucenas blancas como lanieve que reemplaza a los testigos del pecado y de la muerte. Mediante tu transfiguración el mundo se redime y se le libera jubilosamente de la culpabilidad. Ahora elevamos nuestras mentes resurrectas llenosde gozo y agradecimiento hacia Aquel que nos restituyó la cordura.

  • Y recordaremos cada hora a Aquel que es la salvación y la liberación. Y según damos las gracias, elmundo se une a nosotros y acepta felizmente nuestros santos pensamientos, que el Cielo ha corregido ypurificado. Ahora por fin ha comenzado nuestro ministerio, para llevar alrededor del mundo las buenasnuevas de que en la verdad no hay ilusiones, y de que, por mediación nuestra, la paz de Dios lespertenece a todos.



Fuente: UN CURSO DE MILAGROS 1 (LIBRO DE EJERCICIOS) - Fundación para la Paz Interior

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red utilizando el software (O.C.R.) "OmniPage Pro Versión 11" (POR LO QUE PUEDE HABER PALABRAS QUE NO EXISTAN, O NO CONCUERDEN CON EL CONTENIDO, COMO TAMBIÉN PUEDE HABER ERRORES DE ORTOGRAFÍA) y un scanner "Acer S2W".

Digitalización, Revisión y Edición Electrónica de Hernán (Persona no relacionada con los autores de "tzolkindiario.blogspot.com").

Rosario - Argentina

19 de Enero 2002

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar!!
Esperamos que nos recomiende!!
Un abrazo de luz!!!!!!